Los finales deberían ser tomados mucho más en serio ya que siempre son el inicio de otra historia.
En una pelea, al igual que en un negocio o un proyecto, al finalizar y analizar los resultados ¿Quién es el ganador? ¿Quién es el perdedor? Depende de todo lo que acompaña a cada persona. Por eso, tal vez podemos afirmar que no hay un sólo final sino muchos.
El resultado depende de la experiencia previa
Por supuesto que hay un resultado definido por jueces o estadísticas y números. Este resultado es el que se publica y “hace ruido”. Sin embargo hay otros que tienen que ver con el tiempo, el contexto y la persona. En definitiva, tienen que ver con la experiencia de cada persona. Y hoy en la era digital la voz de cada persona tiene mucho más relevancia que hace unos años.
Estos diferentes finales tendrían que ser mucho más estudiados ya que, por un lado, pueden ser el principio de un cambio de paradigmas, y por otro lado, porque es necesario dejar de dar tanto crédito a supuestos números que suelen ser fríos y no relacionados con la verdadera necesidad de las personas.
Tal vez un buen ejemplo de lo que intento transmitir es la 2da pelea entre Maidana y Mayweather ¿Quién fue el ganador? ¿Mayweather? Sin embargo Pacquiao, uno de los mejores boxeadores de hoy, dijo que ganó Maidana ¿A quién escuchar? ¿A los jueces o a una persona que vive y siente el boxeo como pocos?
Pero si Pacquiao lo dice sólo para provocar a Mayweather y busca sólo “hacer ruido”, me pregunto ¿Ganó o perdió el Chino?
Desde el negocio y el “ruido mediático” tanto Floyd como el Chino ganaron. La expectativa y los millones de dólares generados por ambos fueron impresionantes.
Desde el boxeo y la experiencia que esperabamos los aficionados, ambos perdieron. Maidana no llegó a ser el retador que esperabamos (tal vez fue por un exceso de entrenamiento que quito fuerza a sus golpes). Mayweather no llegó a ser el campeón que tanto se jacta de ser (tal vez porque quiere cuidar sus números en records y dólares).
Sea lo que sea, cada uno relaciona lo que sucede con su vida. Cada experiencia que tenemos, en definitiva nos habla a nosotros mismos.
En el caso de la pelea del pasado 13 de septiembre mi ganador fue el Chino, pero no por mérito propio, sino porque Floyd se dice campeón, pero no termina de definir esa promesa.
Todos necesitamos que las cosas funcionen correctamente, pero si un producto promete mucho más de lo que hace, entonces no es creíble y buscaré otra solución ya que me habré sentido estafado.
Tal vez cuando se promete más de lo que se puede es el momento de re-inventarse e innovar para hacer un nuevo negocio que ofrezca una nueva solución. Esto cuesta y es por eso que así como son pocos los boxeadores como Luis Angel Firpo que supieron dejar las peleas en el momento justo para hacer nuevos negocios, también son pocas las marcas que logran adaptarse y permanecer en el tiempo con un valor de marca elevado,pero ofreciendo diferentes experiencias, adaptándose a las verdaderas inquietudes de las personas.
En la era digital esto es vital, ya que hoy los cambios son permanentes, y lo que permanece es la marca y su experiencia en el tiempo. Siempre hay que estar buscando re-inventar la rueda. Y para eso, siempre hay que volver a entrenar.
