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En los detalles esta la innovación

Hasta ahora había hecho asados en parrillas con barrotes simples y redondos. Cuando terminaba cada asado no tenía mucho problema en limpiar. Con un poco de papel y fuego se resolvía el problema.

Ahora tengo una parrilla con barrotes en forma de V para que supuestamente no se ensucie tanto. Sin embargo, no es tan sencillo limpiar los ángulos de la V. Pasaron varios asados y, mientras intentaba limpiarla con papel y otras cosas, seguía acumulándose la suciedad.

Un detalle menor en el proceso, pero importante en la experiencia: Sentir que cada asado que pasa, sumo suciedad a mi menú.

Hasta que un día (mientras cumplía el rito del el asado disfrutando de música y un rico Malbec) seguia buscándole la vuelta al “Desafío de la V” pensando en el objeto que sería más eficiente para la limpieza.

En el descanso y disfrutando un nuevo trago de Malbec, volvi a ver el corcho de la botella como siempre, pero diferente. Probé limpiar la famosa V de cada barrote con el corcho y quedó impecable. Pude quitar todo sin problemas y sin ensuciarme.

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¿Entonces? ¿Qué tiene que ver todo esto con innovación y negocios?:

Tal vez mi comportamiento fue similar al de muchas empresas. Mirar el producto y si se presentan nuevas necesidades, vuelven a mirar y mirar el producto (pensando en “herramientas” y no en problemas-soluciones).

Pero el producto, desde el minuto cero que se comienza a utilizar deja de estar solo, conviviendo con todo lo que se presenta alrededor de la experiencia que el producto vino a acompañar.

Desde la mirada de producto, de catálogo, de fabrica, un Malbec no tiene mucho que ver con una parrilla. Pero desde la experiencia de las personas y el contexto de uso sí lo tiene (y mucho más en Argentina).

Por otro lado, fue mucho más interesante encontrar una solución en un producto asociado a mi experiencia de “hacer un asado” que mirando “la parrilla”. Es más interesante dejar de pensar en “las cosas o herramientas”, para darse tiempo y mirar un corcho desde otro lugar (sin llegar a estar borracho, ja).

Por eso, tomando el ejemplo, seguramente “hacer un asado” tiene muchas oportunidades de superación. Pero si las empresas no se toman el tiempo para disfrutar de la experiencia completa (donde su producto convive con la persona y otros productos), seguirán creando “parrillas que se ensucien un poco menos”, pero que no logren dar un verdadero valor a las personas.

Esta metáfora la podemos aplicar a cualquier rubro, comenzando a observar a las personas, sus historias, su contexto, los detalles. 

Santiago Trevisán